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APOYO ESCOLAR PRESENCIAL

Muchos niños, que no presentan dificultades de aprendizaje, encuentran problemas a la hora de desempeñar sus tareas escolares y, en muchas ocasiones, sus resultados no se corresponden con el tiempo y el esfuerzo que les han dedicado. A lo largo de estos veinte años numerosas familias han acudido a Teleo en busca de ayuda, desesperadas porque ya no saben qué hacer. Lo han intentado todo: ayudar a sus hijos con los deberes, clases particulares, …no saben dónde está el problema ni cómo solucionarlo.



En Teleo intentamos encontrar una solución a estos problemas académicos y para llevarlo a cabo nos centramos fundamentalmente en dos aspectos:

Aprender a aprender

Muchos niños no saben cómo enfrentarse a las tareas escolares, no saben qué hacer ni cómo hacerlo; carecen de estrategias y herramientas de aprendizaje. Por eso, nuestro primer paso es hacer un seguimiento de su forma de estudiar, acompañándolos en todo el proceso: lectura, comprensión del texto, identificación de ideas principales y secundarias (subrayado), relación entre ideas (elaboración de esquemas), memorización y expresión oral y escrita de lo estudiado, para encontrar qué es lo que no está funcionando bien y cambiarlo. En muchas ocasiones no hay una sola causa, sino que varias de estas fases no se están realizando correctamente. Por ejemplo, puede ocurrir que un niño con un vocabulario pobre, presente además una expresión escrita deficiente o que otro niño, con un bajo nivel de comprensión lectora, se salte las fases de subrayado y de elaboración de esquemas y se centre solo en la memorización.

Refuerzo de las funciones ejecutivas

Otro pilar importante de nuestro trabajo con los niños que encuentran estas dificultades escolares es mejorar las habilidades de la función ejecutiva que son las capacidades que permiten canalizar la información, planificar, tomar decisiones y controlar las emociones. Entre ellas podemos destacar:  

La inhibición o el autocontrol: es la capacidad de evitar las distracciones o las interferencias para conseguir los objetivos planeados. El trabajo se suele centrar en aumentar los tiempos de atención sostenida, aprender a centrar la atención en una tarea sin dispersarse con otras actividades y evitar distraerse con lo que ocurre a su alrededor. Esta habilidad se refiere, también, a la capacidad de autocontrol emocional, cuando un sujeto inhibe o regula una respuesta emocional tras haber valorado la información sobre las consecuencias de dicha reacción o el contexto en el que se produce. En este sentido trabajamos para que los niños aprendan a controlar sus primeros impulsos aprendiendo a planificar y organizar su conducta, centrándonos en el control de impulsos, la regulación emocional, la priorización y planificación, y la autosupervisión, fomentando actitudes de orden y responsabilidad en relación a su trabajo escolar, como apuntar correctamente los deberes en la agenda, llevar los libros y la agenda, saber qué tema se está explicando de cada asignatura, analizar su propia actuación después de un examen (saber qué le han preguntado, qué sabía y qué no, qué ha puesto y qué ha dejado en blanco, etc.) y facilitando el uso de estrategias y herramientas que los ayuden a organizar su forma de enfrentarse a las tareas escolares: segmentación de la información, qué hacer primero, qué hacer a continuación, búsqueda de información en el libro de texto, revisión de las tareas realizadas para detectar posibles errores, etc.

La flexibilidad cognitiva: es la capacidad de analizar las situaciones desde nuevas perspectivas, de modificar el propio punto de vista, de buscar alternativas ante las dificultades no esperadas y de valorar las opciones diferentes a la propia que se formulan en un debate o en una conversación. Nuestro trabajo se centra en utilizar el material educativo en tiempos diferentes, en contextos reestructurados, con propósitos diferentes y desde perspectivas conceptuales distintas como, por ejemplo, enseñarles a identificar una misma pregunta que se formula de diferentes maneras, para evitar así que, aun sabiéndose la materia, no sean capaces de contestar adecuadamente una pregunta en un examen porque se lo están preguntando de una forma diferente a la que ellos conocen o han practicado.

La memoria operativa: es la capacidad para mantener y combinar información que no está presente para comprenderla mejor y conectarla con los objetivos o tareas en curso y resolver una determinada actividad o problema. En este sentido, nuestra intervención se centra habitualmente en el trabajo con autoinstrucciones; en el entrenamiento en técnicas de encadenamiento, que interrelacionen la información a aprender y en técnicas de asociación; así como el apoyo en estrategias de organización como calendarios, horarios y agenda y en los ejercicios específicos de comprensión lectora y de razonamiento lógico.